Celulares en cárceles: Cordero dice que hay aparatos de presos «que pueden funcionar» por fines investigativos
La difusión de un video que muestra la agresión contra dos imputados por la muerte de un menor en Recoleta reabrió el debate sobre inhibidores.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, se refirió esta mañana al sistema de inhibición de señal de telefonía celular en las cárceles, tras la difusión de videos que muestran la agresión a los imputados por la muerte del menor de 12 años en Recoleta. El secretario de Estado informó que hay equipos de reos que no han sido intervenidos por fines estratégicos, tanto en la investigación penal como carcelaria.
El registro, filmado por internos, revela cómo los acusados fueron amenazados por otros reos en el penal Santiago 1. Los videos fueron difundidos en redes sociales. Santiago 1 es un recinto que cuenta con el sistema de inhibición de señal de telefonía celular. Por ello, surgieron cuestionamientos en torno a cómo fue posible que los propios internos hayan filmado y posteriormente difundo los videos. En entrevista con T13Radio, el secretario de Estado fue consultado por esto y respondió que «los inhibidores funcionan, lo que pasa es que uno tiene que ver con dos aspectos que son distintos». «Los inhibidores funcionan, han sido objeto de revisión, de auditoría y eso está acreditado. Pero además, la cárcel es un recinto donde terceros del exterior siempre, de algún otro modo, quieren ingresar elementos prohibidos, como celulares, chips, alimentación, incluso droga», añadió. En ese sentido, ahondó en su punto indicando que «la inhibición tiene ciertas características estratégicas desde el punto de vista de cómo se controla la cárcel (…). En consecuencia, eso permite identificar ámbitos de funcionamiento en el interior de la cárcel que también son relevantes desde el punto de vista del control penitenciario». Comentó también que «la cárcel también es objeto de investigación criminal que requiere de ciertos medios también para su funcionamiento. En ocasiones hay aparatos que pueden funcionar por otros propósitos públicos que estén asociados al funcionamiento de la cárcel para otros fines». Sin embargo, no descartó «ingresos irregulares». «La inhibición es un combate diario porque implica ir detectando diariamente aparatos o, por otro lado, señales que ingresan al establecimiento penitenciario», añadió. «La circulación de información en el interior de la cárcel también es relevante para otros fines investigativos útiles para la autoridad penitenciaria, pero también para las investigaciones penales», complementó.